Sarah - Sobreviviente

Me llamo Sarah.

Crecí en la ciudad de Whittier, California, en un pequeño poblado en el sureste del centro de Los Angeles. Mis primeros años de vida parecieron bastante normales. Mi papá fué carpintero y mi mamá se mantuvo en casa conmigo y con mi hermano más chico. Nos mudamos a la casa de los padres de mi papá cuando yo era una bebé debido a que él no podía conseguir trabajo; vivimos con ellos hasta cuando yo tenía 5 años, cosa que me gustó mucho porque mis abuelos eran muy queridos para mí. Más tarde nos cambiamos de casa cuando financiéramente fué posible. Yo quería mucho a mis padres. Recuerdo bien que no podía esperar el momento al que mi papá llegara del trabajo para dedicar tiempo con él. Mi mamá pertenecía a una estricta comunidad religiosa (que yo llamaré El Culto) y mi hermano y yo nacimos en eso. No conocíamos ninguna otra vida.

El Culto creció a través de un pequeño grupo de estudio de la Biblia al que mis padres habían ya conocido antes de haberse casado. Un profesor narcisista, al que yo llamaré "Haman" lo guiaba. Haman era conocedor de diversos temas, incluyendo historia de la Biblia. Ėl exigía lealtad por parte de los miembros por medios manipuladores y engañosos, subyugándonos y forzándonos a aislarnos aún de nuestros propios miembros de la familia. El Culto maldirigía a la comunidad, presentándose como una iglesia legítima y contaba con una escuela privada para los hijos de sus miembros. Mi papá se alejó de El Culto después de que yo naciera, pero él aun seguía viviendo con nosotros y él y mi mamá siguieron casados.

Cuando yo tenía más o menos 8 años, las dificultades se presentaron cuando arrestaron a mi papá alojándolo en prisión. Mi mamá tuvo que sentirse abandonada puesto que se mostró enfadada y amargada hacia mi papá. Ella no tenía trabajo de paga por lo que mis amorosos abuelos proveyeron de lo necesario durante el tiempo que mi papá estuvo en la cárcel. Estoy segura que fué difícil vivir como madre soltera; de ahí que pidiera consejería a Haman. La aconsejo de una gran manera durante este tiempo, pero en realidad hablaba mucho en contra de mi papá y abajaba su autoridad. Yo odiaba cuando mi mamá hablaba mal de mi papá y que lamentáblemente lo hacía en mi presencia sin ningún miramiento. Ella decía que él iría al infierno, lo que me causaba mucha tristeza! Mi papá me hizo tanta falta durante este año y quería tanto verlo y estar con él. Recuerdo que en noches de desvelo, recostada en mi cama oraba y suplicaba a Dios que lo salvara y que lo regresara a casa con nosotros.

Mi mamá se envolucró más en El Culto, llevándonos a mi hermano y a mí a más reuniones de la iglesia. Empezó a trabajar como asisten te de Haman, el cual exigía más de su tiempo y devoción hacia ese hombre. Mi mamá me dijo que Haman era mejor modelo ejemplar para nosotros al ser más respetado y no hacer ningún mal. Haman llegó a ser la figura paterna a mi hermano, y a mí, y los miembros del Culto llegaron a ser nuestros compañeros y nuestra familia también. Seguido El Culto me disciplinaba por los más insignificantes asuntos. Parecía que las reglas llegaban a ser más y más estrictas cada día como también las consecuencias al no cumplir sus exigencies. Siempre se me gritaba, se me ponía como ejemplo, y a veces físicamente disciplinada en una forma brutal innecesaria, incluso en la medida de que Haman cruzara la línea de la moral y otros miembros. El trato era no sólo hacía a mí, sino también para todos los que esta ban ahí.  Una vez que mi papá fue puesto en libertad, regresó a vivir con nosotros. El y mi mamá discutían mucho. Ella no lo respetaba y lo rebajaba con disgust y condescendencia. Para este tiempo estoy segura que ya había empezado a tener aventuras amorosas con Haman. Nunca la ví mirar a mi papá con amor, de la misma forma que mirara a Haman.

Al yo entrar a mi juventud, mi descontento fué creciendo. Desesperádamente añoraba a mi real familia y deseaba dedicar tiempo a mis tíos, tías y primos a los que veía raramente en pocas ocaciones. Deseaba poder ver a mis abuelos más de lo que yo estaba permitida y solo quería ser normal como toda otra joven de mi edad: bien vestida, salir acompañada, frecuentar grupos, tener novio... No podía hacer ninguna de estas cosas porque el Culto no lo permitía y no se me daba ninguna libertad para hacerlo. Tenía que perseguir mis deseos secretamente por miedo a que alguien me entregara y ser puesta en vergüenza por El Culto. Cuando se descubrió de mi relación con un joven (también del Culto) no de más edad que la mía, sentí quebrantada culpabilidad de su juicio desaprovatorio y sentí como si yo fuera marcada como "mujer de la vida alegre"; en ese horrible lugar era culpable bajo asociación por lo que me sentí muy mal por lo que me sentía muy sola. Era una decepción con mi mamá que parecía y amar más a otros niños y en especial a la hija de Haman y mi papá no estuvo ahí para reconfortarme o guiarme. Me enfermaba el ser calificada como la mala niña y quería ser muy querida para agradar a Haman, a mi mamá y a mis compañeros. Sin embargo, no había posibilidad de abandonar porque se me había lavado el cerebro como a todos los demás y creí que si salía del Culto, era alejarme de Dios y mandar mi alma a la eterna condenasión. El Culto estaba deshaciendo efectivamente todo lo que Cristo había cumplido en la Cruz. Si Cristo murió por nuestros pecados, luego no hay necesidad de otro requisito para obtener la ída al Cielo. Yo no entendía esto ya que se me enseñaba de otra forma, desde mi nacimiento.

Cuando cumplí los 13 años, mi mamá me explicó lo de los "pájaros y las abejas” (el enamoramiento y su mecanismo). Tenía muchas preguntas a cerca del sexo y de las relaciones. Mi mamá defería mis preguntas a Haman. Acostumbraba recibir consejos dados por él en temas de comportamiento, pero ahora empezó a dar respuestas a mis preguntas sobre el sexo y a explicarme temas sexuales. Removió limites que nunca debería haber removido. Con propósito, trató de ganar mi confianza porque él estaba preparándose para su perversa maldad.

Siempre dedicábamos tiempo en la casa de Haman, lugar donde se llevaba a cabo las reuniones por las noches. Estuve ahí más de eso porque dada la posición de mi mamá en El Culto como secretaria y asistente personal. Al irme desarrollando como mujer, Haman empezó a coquetearme. Sin embargo, yo lo rechazaba y lo descarté como que fuera bonito o dúlcemente alagador, porque en mi mente, él no tenía pensamiento impuro o malvado motivo, según se me había enseñado. Lento pero seguro, Haman empezó a buscar el aspecto físico en nuestras relaciones. Yo me oponía, pero su continuo acoso físico y verbal llegó a agotarme. Se me presionaba durante meses, días, y durante muchas, muchas horas. Este hombre tenía un dominio mental sobre mi y me entregué sintiéndome culpable, sabiendo que si le decía a alguien nadie me creería porque Haman también controlaba sus mentes. Después de todo, yo lo estaba viviendo y apenas podía creerlo yo misma. Tenía miedo de reportarlo a las autoridades porque El Culto era básicamente boleto para ir al Cielo y para mí, reporter cualquier problema con respecto a alguien del Culto, especialmente a Haman, el dirigente, no me dejaría en buenos términos con la Asamblea ante todo. Así continuó por un poco mas de 3 años. Me sentí como una esclava sexual.  Haman me obligaría más lejos y más lejos a través de sus perversiones y yo trataría de bloquear mentalmente lo que estaba pasando. En este tiempo premeditaba pensamientos de matarme, pero, por gracia, nunca lo realicé. Recuerdo estandorecostada en mi cama invocaba a Dios pidiéndole que me liberara de estos terribles aprietos en los que estaba. Yo todavía creía que debería estar en ese lugar para ser salvada y por lo mismo no pensaba que aún fuera posible para Dios removerme de esta situación. Me sentí atrapada.

En la Universidad tuve cierto grado de Libertad durante el día, cuando no estaba bajo la mirada de mis compañeros del Culto que asistían conmigo en la Universidad. En una de mis clases, conocí a un joven llamado Patrick. Podía decir que él estaba interesado en mí, pero lo rechacé en todas sus invitaciones de salir o de hacer cualquier cosa con él. Después de todo, pense, nunca funsionaría. El Culto nunca aprovaría mis relaciones con gente de fuera. Yo era cordial con Patrick, pero siempre firme de que nunca estuviéramos juntos. Lo que empecé a reconocer y de gustar a cerca de Patrick que él era verdadéramente un amigo leal conmigo, velando por mis mejores interéses, a pesar de mis desprecios. El se convirtió en mi mejor y único amigo.

A través de nuestras charlas, pudo determinar de que yo estaba complétamente dedicada a mi iglesia. Eso le gustaba a él de mí. Pensaba que yo era una fuerte creyente en la comunidad Cristiana, y expresaba, su deseo de visitar mi iglesia. Esto fué un "shock" y yo no sabía qué decir. Consulté con Haman este tema sin revelar nuestros intereses del uno hacia el otro y de ahi en las siguientes semanas, actué como contacto entre Patrick y Haman con respecto al deseo de que Patrick visitara el Culto. Finálmente Patrick pudo entrevistar a Haman frente a frente para discutir sus preguntas en persona. Poco después él incluso vino a una reunión o agrupasión. Le hable a Patrick al siguiente día y estaba decepcionado, pues descubrió que muchas de las creencias fundamentales no colindaban con las creencias básicas Cristianas. Hizo muchas preguntas a cerca del comportamiento de la gente de ahí y del modo como se manejaban las cosas. Ėl preguntó el por qué yo no creía que Jesús era Dios durante su tiempo sobre la tierra. Quedé sorprendida al escuchar lo que Haman describía como nuestras creencias, porque yo no estaba de acuerdo con todas ellas y sentí que se oponían a lo que dicta la Biblia. Además, yo no podía contestar sus preguntas porque eran las mismas y yo no estaba permitida a expresarlas. Patrick me dijo: "Para quien que ha asistido a esta iglesia durante
los 20 años pasados, deberías tener más respuestas de las que tienes.” Sus palabras eran certeras y me sentí lastimada. Caí en la cuenta de que aún no había entendido lo que la iglesia enseñaba. Mis ilusiones de El Culto se estaban desmoronando, pero esta realización aceleró el proceso a un ritmo alarmante.

Nunca pensé en abandonar ese lugar, pero una noche, que sólo puedo describir como obra de la mano de Dios sobre mí, finálmente lo decidí. Haman estaba enojado porque yo no estaba actívamente comprometida en lo que él decía al grupo; como castigo, me mandó a mi casa y por lo tanto rechazarme de la reunión. No había hecho nada mal fuera de que me reí de uno de sus chistes. Ya tenía más que suficiente y no podía seguir más sus juegos. Estaba cansada de mimar a es te hombre malvado que actuaba como un bebé y me fuí sin ganas de regresar. Durante esa semana, yo estuve muy confundida y en conflicto tratando de estar en buenos términos con el grupo. Les confesé a cerca de mi relación con Patrick que ya habíamos llevado durante varios meses. No quería renunciar a mi salvacion, pero por otro aspecto, dentro de mí decía a gritos lo mal que todo era dentro de El Culto. Tenía mucho qué pensar. Haman me informó que yo tenía que entregar mis llaves, renunciar o abandonar la Universidad y entregar mi celular "porque usaste esos objetos para traicionarnos" y nunca más hablar con Patrick, si yo quisiera ser reintegrada. Haman quería una completa y pública confesión y aceptación de todo lo malo que se me acusaba y de mi parte declarar mi devoción y que debería alejarme de todas las ofensas ya cometidas. Tampoco me estaba permitido mensionar las ofensas hacia mí por parte de Haman. Mi nombre sería odiado y manchado si no acataba al 100% las directivas pero si lo hacía, él me engrandecería mi nombre dentro de El Culto. Esto lo estuve considerando toda una semana.

En mi estupor (o insensibilidad) accidentálmente marqué el número de Patrick, pero pronto corté la lamada antes de que él pudiera contestar. Patrick me regresó la llamada de todos modos, al número de mi trabajo y cuando contesté, él me animó a buscar a Dios primero, aún si yo regresara a El Culto, y en seguida colgó. No pude creer que Patrick fuera tan desinteresado para sugerirme una vida, sin él, incluso que eso significara su infelicidad. Me impresionó su respuesta y que le importara más que yo caminara con Dios. Pero cuando me reporté con Haman tal como lo debería, de que Patrick se había comunicado, él no dejó de gritarme y decirme sobrenombres por no colgar las llamadas de Patrick y después de gritarme “ESCORIA” por haberle contestado a Patrick, Haman me cortó la llamada. Eso fué todo; en ese momento terminé con El Culto! Todavía estaba confundida pero una cosa supe de cierto que no podía ni quería permanecer en ese lugar para n a d a. Haman trató de llamarme más de 30 veces y jamás volví a contestarle.

Debería estar llena de gozo, pero en vez, me dí cuenta de que todo lo había perdido. Sentí que abandonaba a mis únicos amigos y familia al dejar El Culto. A mi mamá y a mi hermano no se les permitiría hablar con migo. NO tenía ninguna creencia fundamental que fuera real. ¿Cómo debería de vivir? ¿Acababa de perder mi salvacion? Todavía tenía muchos secretos que no le había dicho a Patrick. ¿Le debería dar a conocer los secretos de El Culto? Aún así me querría mas adelante? ¿Qué pasará ahora? Tenía muchas preguntas y tantísimas dudas. Me sentí condenada.

Recuerdo el día que me senté junto a mi papá. Estuve considerando si fuera cierto que yo no podía ser salvada como resultado de la decisión de salirme. Yo le dije a mi papá: Jesús murió por los pecados de cada uno de nosotros, ¿cierto? "Si", él replicó. Por con siguiente, significa que murió por el peor pecador imaginable. Y si murió por el peor pecador, luego por qué perdonaría al peor pecador pero no perdonarme o permitir que yo vaya al Cielo, ¿símplemente porque abandoné El Culto? Mi papá asintió moviendo la cabeza en completo acuerdo y yo continué. Eso significa que yo puedo salvarme fuera del Culto. Fué una potente realización, pero en ese tiempo, esa verdad sólo la conocí en la mente y no en mi corazón.

Un día de Marzo del 2007, Patrick y yo íbamos en camino a una boda cuando tuvimos un serio accidente automovílista. Patrick estaba sériamente herido y después de la operación, fué confinado a la silla de ruedas durante un par de meses. Mi carro quedo totálmente destruído y además hubo asuntos legales como resultado del accidente. Ninguno de los dos pudimos trabajar durante ese tiempo. Patrick y yo nos mudamos a casa de sus padres durante esos meses mientras yo lo cuidaba en su limitado estado. Los dos estábamos de acuerdo que Dios nos había salvado la vida y que necesitábamos aprovechar esta oportunidad para crecer más cerca de Dios. Recuerdo que Patrick dijo: "Si no usamos esto para crecer cerca de Dios, lo hemos desperdiciado." Estábamos determinados a que ésto no ocurriera. Disfrutamos mucho conversando el uno con el uno con el otro dedicando horas leyendo juntos la Biblia. Cuando Patrick pudo caminar de nuevo, pidió casarse conmigo. Ya tenía el anillo y solo esperaba poder físicamente arrodillarse.

Nos casamos en Septiembre del 2007. Al contemplar mi future con mi esposo me preocupó que nuestra felicidad no fuera a durar, pues cada uno de nuestros papás no habian tenido el mejor de los matrimonios. ¿Qué dice la Biblia a cerca del matrimonio? Yo había querido leer la Biblia para aclarar la verdad y las mentiras a las que fuí expuesta y tener idea clara de lo que exactámente creía en temas de Teología. Ėste era el tiempo para mí el hacerlo con la motivación extra de cómo ser una buena esposa. Empecé desde el principio del Genesis, Capitulo 1. Leí y releí y empecé a conocer a Dios a través de su palabra. Todo lo ví con nuevos ojos. Por fín fué muy aleccionador conocer y entender las enseñanzas directamente de la Biblia. Me enamoré de Dios y de su Palabra. Deposité mi confianza en Jesús que perdonara todos mis pecados y de no ser condenada por lo de mi pasado. Fué reálmente asombrozo. La Biblia me dió certeza de que Dios me daba vida eterna. El Senor llegó a ser mi Maestro y ahora yo podría dar razones de la esperanza que había en mí.

Reciéntemente, yo celebré mi aniversario número 11 de la liberación de Dios de mí de la situación desesperante y malvada. Me doy cuenta cada día de este gran mal que causó tanto dolor y quebranto y destruyó muchas familias. Reflexiono sobre ello a propósito a no tomar mi libertad a la ligera. Esto fué algo muy grande que superé y no lo superé porque estaba asombrada. NO es sólo algo a cerca de mí y que no pueda quedar callada por lo de mi pasado o por lo que la gente vaya a pensar de mí. El Tema es el Amor de Dios y yo soy prueba viviente de ello. Me siento como que yo fuera a esplotar si no anuncio que él es mi Libertador y que ha hecho poderoso trabajo en mí.

Estoy tan agradecida con Dios por su misericordia, fidelidad y amabilidad al levantarme de las cenizas, bendiciéndome abundántemente con mucho, trayendo belleza a mi vida. Dios me ha bendecido con una bonita familia. Tenemos dos niñas. Mientras tanto mi mamá sigue dentro de El Culto (y no se le permite comunicarse con mi familia), mi hermano se alejó de El Culto y fueron recuperadas nuestras relaciones. Mi papá es mi vida. No me arrepiento en ningún momento por lo que pasé, porque no hubiera aprendido en ningún momento lo que entendí. Dios uso todo para bien. ¡A EL SEA LA GLORIA!

 

¿Le gustaría hacer que Jesús sea el Señor de su vida?

 

 - Jesús, Yo creo que eres el Hijo de Dios. Te agradezco por haber muerto en la cruz por mis pecados y haber resucitado.  Por favor, perdona mis pecados y concédeme el regalo de la Vida Eterna.  Te pido entres en mi corazón y en mi vida como mi Señor y mi Salvador.  Por favor ayúdame a crecer en ti ya vivir para ti.  Gracias por haber entrado en mi corazón.

 

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