Jeff - Extra de Películas

Nací en California sur. Soy el más joven de 5 niños. Al ir creciendo, mi familia vivió en diferentes lugares y nos cambiamos mucho. Cuando tenía 12 años mis papás se divorciaron. Mis hermanos mayores y yo vivimos con mi mamá. Mi papá vivía a cuatro cuadras, pero rara vez lo veía; como viviendo en un mundo diferente. No nos daba mantención; nosotros nos manteníamos solos.

Fui a 3 diferentes de escuelas medias y me gradué de la high school. Todo en casa no estaba bien: el novio de mi mamá era verbalmente abusivo conmigo, y me retiré lejos de él. Inmediatamente después de la high school empecé a trabajar tiempo completo en un puesto de hamburguesas, cocinando y limpiando. Varias veces dormía en mi carro en el parqueo del condado. Terminé pasando el rato usando drogas y tomando LSD (alucinantes) con el montón de “amigos” falsos. Dejé de trabajar por propia voluntad sin una verdadera razón, excepto, para perder el tiempo con mis marihuanados cerebros, fumando y usando drogas. Mi actitud era lo peor y terminé con 2 sentencias de tipo menor.


Fui un necio. Trabajé en varios diferentes empleos por unos cuantos más años y terminé enlistándome en el Army a los 21 años de edad. Me fue bien en el Army, pero terminé con que me despidieran, quizá porque encontraron lo de mi sentencia menor.

Por lo tanto, regresé al sur de California con mi mamá y su novio. Recuperé mi antiguo trabajo, pero lo dejé después de 3 meses más o menos para ir a trabajar en otro. Luego busqué otro trabajo y encontré otro, y así sucesivamente. Alejándome del smog y por hacer algo diferente, tomé un autobús para ir a Key West Florida. Ahí trabajé trabajos ocasionales y cuando era el día de pago, comía camarón y tomaba cerveza y me reunía a la escena.

Regresé al sur de California y trabajé otros 3 meses, luego regresé a Key West para pasar el rato con los drogadictos y enfiestarme más.

Mucho enfiestarme me hizo sentir como que me estaba volviendo un borracho y eso me hizo regresar al sur de California para estar sobrio. Permanecer en el sur de California no duró mucho y regresé de nuevo a Key West. Vendí mi troca para comprar drogas con el intento de venderlas para poder comprar un saxofón; ¡bien, terminó en que las drogas eran falsas! ¡Ahora llegué a ser un callejero sin poder comprar el Sax! Mike, un tipo hare krishna me permitió dormir en una carpa pequeña en su yarda. Me pagó un poco de dinero por pintarle algo.

Más tarde, cuando salí de Key West y regresé, terminó permitiendo a 100 personas callejeras vivir dentro de su casa.

Bien todo este tiempo, aún al estar en Key West, yo seguí explorando. Mujeres, drogas, bebidas… ¿Es  esto todo? Debe haber algo más que esto. Mientras más consumía, más sentía un vacío. Revisé varias religiones y la del culto hare krishna (culto templo hindú) pero no me parecían bien. La mayoría de la gente parecía no creer en un infierno.

Yo creo que sí lo hay, aún así seguía pecando.

Ya para el verano, la gente indigente se fue de la ciudad. Una joven persona que estaba ahí me llevó en troque que iba de regreso a Canadá. Tenía 3 hijos menores de 6 años, estaba embarazada, y se mantenía sola. Al tiempo que llegamos a Canadá, se le descompuso su troca.

Un grupo de cristianos iba manejando y nos ayudaron. Me reuní con ellos porque iban a un centro de retiro para las mujeres que ellos conducían. El pastor me permitió quedarme en las afueras del lugar.

Le hice un poco de trabajo, y fui a un estudio de la Biblia. Después de dejarme en la estación de autobuses en Albany, N.Y. Me dio el libro “Corre Nicky corre” escrito por Nicky Cruz (evangelista puertorriqueño) En el autobús, lloré al leer la historia de Nicky, por todo lo que le pasó. El autobús me llevó a Cape Cod y sentí que yo necesitaba ayuda mas no sabía qué clase de ayuda.

En Cape Cod, un pastor terminó por ayudarme. Me preguntó: ¿Has renacido de nuevo? Yo dije sí. Mentí. El pastor me llevó a que me quedara en casa de Fred. Un ex marino, una persona sin tonterías, seria, (Un neoyorquino) con corazón de padre, me permitió vivir en su garaje y conseguir empleo como ayudante de plomero. Me trató como si fuera su hermano. Me obsequió una de sus viejas Biblias. Me llevó a pescar almejas y fuimos a la iglesia cada domingo con su familia. Un día en su garaje, le dije a Fred: “Yo quiero ser salvado.” (Él creyó que yo ya estaba salvado) Luego oramos juntos y acepté a Jesús como mi Salvador y le regresé mi todo. Me sentí bien. “Sí, yo no iré al infierno.” Le hablé a mi abuela y le comuniqué que estaba salvado. Me quedé en casa de Fred por un par de meses y luego me regresé al sur de California. Ya tenía 25 años. Terminé por regresar a Key West. (otra vez) pero me retiré de la gente que conocí antes: los drogadictos, mujeres, drogas, etcétera. Alquilé una cabaña del mismo individuo de hare krishna. Ya por este tiempo, mi viejo estilo de vida ya no me pareció más correcto.

Más o menos al año de haber sido salvado, estaba ayudándole a una persona en Myrtle Beach, al sur de California en una tienda de pequeñas ciclomotoras en renta (mopeds) el segundo día ahí, manejando una ciclomotora en la noche, un carro yendo a toda velocidad me impactó por detrás. Desperté 3 días después en un hospital. Cuando desperté de mi estado de coma me dijo mi mamá: Jeff estuviste en un gran accidente” me dijeron que me había mal herido traumáticamente el cerebro teniendo una operación llamada craneotomía (para extraer una quebradura de hueso craneal) para aliviar la presión cerebral. También ambos huesos se habían roto claramente en la parte baja de la pierna derecha.

El lado derecho de mi cuerpo se sacudía como si tuviera epilepsia. Mi sentido del olfato desapareció. No podía hablar normalmente ya que mi lengua se oía distorsionada. Mis dientes estaban despostillados y tenía raspaduras en todo mi cuerpo atrás, en las manos y pies.

No tenía ningún dolor, lo que era muy raro.

Me rasuraron una ceja y me reí cuando me vi en el espejo. Tenía enyesada mi pierna más arriba de mi rodilla.

¡Caramba, yo era un gran desorden!

Permaneció en el hospital más o menos 2 semanas. Sin seguro, no había terapia física o ningún otro tratamiento a mi alcance. No podía pagarlos. Regresé a California para vivir con mi papá en Sierra Madre.

Parecía que él y su novia siempre estuvieran tomados y pensé que me era un mal ambiente. En ese tiempo, empecé a ir a la iglesia Lake Avenue en Pasadena, California.
Se sentía como un buen lugar.

Me pregunto si la gente piensa que estoy tomado por mi lenguaje mal pronunciado. Después de año y medio del accidente tuve terapia del lenguaje, pero me llevó más o menos 5 años para que mi forma de hablar fuera clara y regresara a lo normal.

Tuve que escaparme del mal ambiente de mi papá, por lo tanto, tomé viaje de ida en avión a Key West una vez más y ver si ellos me permitirían estar allá durante cuatro meses. Luego me mandaron lejos en autobús a Anaheim a los ministerios de Liberación (Set Free) en California y ahí permanecí por un par de meses. En lo que quedaba de los años 80, viajé ida y vuelta al sur de California y a Key West, alojándome en donde podía y lo más que podía.

En la iglesia en Key West escuché mucho del Instituto de la Biblia “Cristo para las Naciones” en Dallas, Texas. Quise ser estudiante allá con el fin de aprender cómo impartir mi fe a otros. Quería amar a la gente y hablarles acerca de lo que Jesús hizo por mí. Dios me cambió y quería que la gente lo supiera.

Además, también yo repartí pistas (tracs) del evangelio de puerta en puerta. Mi pastor dió mala recomendación y la escuela no me quiso. Fui persistente, no obstante, y me permitieron quedarme bajo prueba académica. Saqué As y Bs y me gradué con certificado en teología práctica.

Estimado leyente: Jesús te ama. Necesitas recibir a Jesús en tu vida. Regrésale tu vida a Él. (Ver Romanos 10: 9,10) Jesús me cambió por algo mejor. Él te cambiará también.
Lee la Biblia y pídele a Dios que abra tus ojos.

-Los quiere Jeff-

Hoy en día Jeff trabaja como extra en películas, se dedica a la jardinería y a trabajos voluntarios. Es muy artístico y toma clases de arte y actuación en el Pasadena City College.

 

¿Le gustaría hacer que Jesús sea el Señor de su vida?

 

 - Jesús, Yo creo que eres el Hijo de Dios. Te agradezco por haber muerto en la cruz por mis pecados y haber resucitado.  Por favor, perdona mis pecados y concédeme el regalo de la Vida Eterna.  Te pido entres en mi corazón y en mi vida como mi Señor y mi Salvador.  Por favor ayúdame a crecer en ti ya vivir para ti.  Gracias por haber entrado en mi corazón.

 

Si este mensaje ha tocado su corazón, favor de darnos a saber su respuesta con las siguientes opciones:

1. Sí, hoy escojo confiar en Jesús: Por favor preciona aquí.

2. Yo ya confío en Jesús y me gustaría engrandecer más en mi Fe: Por favor preciona aquí.

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